Si habéis venido a Madrid, seguro que habéis pasado por la Puerta del Sol y si este es el caso, seguro que habéis visto una pequeña estatua de bronce orientada hacia la Calle Alcalá. La estatua representa los símbolos de la ciudad: el oso y el madroño.
Símbolos
¿Por qué estos son los símbolos de la ciudad? ¿Es porque había muchos osos en Madrid? ¿Tal vez los madroños eran las plantas que adornaban las calles de la urbe?
La historia de esta simpática pareja es algo controvertida, vayamos al origen de la ciudad para explicar el tema con mayor precisión. A principios de la década de 1080; Mayrit, nombre de origen árabe de Madrid, pasó a manos de los cristianos y empezó a desarrollarse.
Con el nuevo “fuero” de 1202 se cambió la categoría legal, beneficiando la evolución de la ciudad y estableciendo las normas de convivencia entre los vecinos de Madrid, lo que terminó de dar el empujón necesario para que la ciudad se convirtiese en una referencia al norte de Toledo.
Conflicto
Es a partir de esta fecha cuando el Concejo (el antiguo ayuntamiento) y la Iglesia entraron en conflicto. En el “fuero”, concedido por el rey Alfonso VIII, se establecía que la ciudad controlaría todo el territorio hasta las montañas al norte de la misma, pero no explicaba quién tendría ese control.
Tras años de conflicto, en 1222, el Concejo se quedó con el control sobre la caza de los bosques, mientras que la segunda haría lo mismo con los pastos y los montes.
Como todo símbolo en esta etapa de la Historia, el significado era muy importante porque era el mensaje que llegaba a la población, generalmente analfabeta pero acostumbrada a entender imágenes. Por ejemplo, en muchas ciudades europeas se apreciaba una competición entre la altura de la torre del ayuntamiento y la torre de la iglesia.
¿Por qué el oso?
La elección del oso y del madroño como símbolos representativos de Madrid, responden a diferentes lógicas aunque para ambas hay varias teorías. ¿Por qué el oso? En la zona, aunque cueste creerlo, esta especie animal abundaba alrededor de la ciudad y en específico, en la montañas cercanas. Otras teorías apuntan a que el oso, en realidad, es una osa; ya que hace referencia a la constelación de la Osa Mayor, esta teoría se basa en las primeras imágenes del escudo de la ciudad, en las que podemos ver una osa comiendo hierba con siete estrellas brillantes en el lomo.
El madroño tiene una explicación menos clara, ya que este árbol no era muy frecuente. La mayoría de las teorías dicen que su elección se debió más a la similitud entre el nombre de la planta y el de la ciudad que iba a representar, lo que tiene sentido, ya que los madrileños buscaban identidad y llenar de contenido cultural una ciudad tan joven.
Para terminar, un dato curioso: a pesar de que la estatua ha cambiado varias veces de ubicación dentro de la misma Puerta del Sol, a día de hoy se puede contemplar en el mismo lugar en el que fue colocada en 1967.
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