A veces evitamos trabajar en clase con la expresión escrita por miedo a perder tiempo. Así que normalmente relegamos la redacción a un trabajo personal y en casa que entregan en clase y al que no se le hace mucho más caso. Parece que no llegamos a sacarle todo el jugo que se saca a otras actividades que consideramos más prácticas, pero es así como muchos estudiantes llegan a niveles avanzados cometiendo errores graves de escritura o, simplemente, sin saber desenvolverse con naturalidad por escrito.
Cuando un alumno tiene como tarea escribir un texto, ya lo haga en casa o en clase, necesita recibir un feedback de algún tipo. Tradicionalmente es el profesor quien al par de días le devuelve su escrito con correcciones y el estudiante lo mira, ve la nota (en el caso de que haya evaluación) y lo guarda en su carpeta, sin ningún tipo de seguimiento y a la espera de una nueva redacción que dará resultados similares. En este post vamos a proponer algunas sugerencias para que la escritura no sea una tarea vacía de contenido y de verdaderos resultados.
¿Qué corregimos?
La adecuación (registro), la cohesión (puntuación, nexos…), la coherencia (contenido y estructura) y la gramática (ortografía, morfología y sintaxis).
Y recomendamos que se haga en todos los niveles de aprendizaje, incluso en los niveles iniciales, pues no hemos sido ni los primeros ni los últimos en tener un alumno de C que no era capaz utilizar un registro culto porque su aprendizaje se había basado en el español coloquial.
La evaluación
Hay muchas formas de evaluar y las que tienen un impacto más positivo en el aprendizaje son aquellas que suponen una experiencia para el alumno. Es el caso de la autocorrección y la co-corrección. Aquí tienes un ejemplo de co-corrección:
- Cada estudiante escribe un email [respondiendo a un anuncio publicado en el periódico], mezclamos estos textos y volvemos a repartirlos de forma que es otro compañero quien lee el texto y lo corrige al mismo tiempo que responde. De esta forma hacemos que sea un trabajo colaborativo y que sean conscientes de los errores que cometen.
Con la autocorrección nuestros estudiantes aprenderán mucho y, encima, ¡a partir de lo que ellos mismos han escrito! Cada profe tiene sus símbolos y formas de marcar el error, pero aquí os dejamos un cuadro por si os sirve de guía.
Mod = ¿indicativo o subjuntivo? T= ¿presente, pasado…? C=conjugaciónN=Naturalidad.Suena un poco raro. Voc= Prueba con otra palabra Ord= Orden
T= Ortografía.Quizás te falta una tilde. 🙂 Muy bien <3 ¡me encanta! |
Con este cuadro, nuestros alumnos serán capaces de rehacer su escrito gracias a nuestras indicaciones y lo que en un principio era un texto rana lleno de tachones se convierte en una preciosa redacción que les sirve como ejemplo para futuras tareas.
Como ves, en el cuadro hemos añadido una carita sonriente y un corazón porque es parte importante de un evaluador valorar aquello que nos sorprende, nos agrada e incluso nos encanta. Son dosis de motivación que siempre vienen bien porque aprender español a veces es ¡muy frustrante! Además, os recomendamos que utilicéis cualquier otro color que no sea el rojo para marcar las redacciones: verde, morado, rosa o naranja. Cualquiera que no estigmatice su error y les ayude a seguir mejorando.
Espero que os haya servido de ayuda. ¡No dudéis en dejar comentarios!